Por Héctor Cantú
El estratega mexicano tendrá dos pruebas complicadas por superar
La Selección Mexicana comandada por Jaime Lozano tiene un duro compromiso por delane que podría pasarle factura al seleccionador mexicano.
El Tri está obligado a llegar a la final de la Nations League, donde se prospecta otro duelo intenso contra el acérrimo rival, los Estados Unidos, actuales bicampeones del certamen de la CONCACAF.
Lozano llegó como la opción más viable para recuperar el terreno perdido en la imagen del Tri luego de los penosos resultados obtenidos en Catar 2022 y hasta el momento los resultados le han acompañado.
El peor resultado hasta el momento para Lozano es aquella derrota ante Honduras en los cuartos de final del presente certamen, mismo que logró revertir en la vuelta, arropado por el Estadio Azteca, donde se impuso por 4-2.
El Tri viene de perder con Colombia, uno de los equipos mejor armados y con mayor futbol en el presente sudamericano, por lo que la victoria contra Panamá es más que obligada.
Incluso, en la proyección de objetivos para el equipo de Jaime Lozano está el avanzar a la final y arrebatarle el título que hoy le pertenece, a Estados Unidos, selección que ha dispuesto lo mejor de sus futbolistas para refrendar, por tercera vez, su hegemonía de la CONCACAF.
En caso de perder, Jaime Lozano pondría en serio peligro su continuidad en el banquillo nacional, considerando la obligación que tiene el equipo mexicano de mejorar su futbol y de encontrar la generación de futbolistas que darán la cara por México en el Mundial 2026.