Paris Saint-Germain no pudo con el último lugar de la Ligue 1

Paris Saint-Germain, lejos de su mejor versión y cuya autoridad en la Ligue 1 está más en entredicho después del 0-0 en casa del hasta ahora colista, Clermont, al que no sólo fue incapaz de ganar, por los méritos del portero Diaw, sino que necesitó de dos paradas de Gianluigi Donnarumma y del poste para no verse en un aprieto mayor.

Al inicio de la segunda parte, en el primer minuto de la reanudación, una doble ocasión de su adversario a punto estuvo de crear aún más daño al bloque de Luis Enrique. El primer remate lo paró el guardameta italiano y el segundo, a menos de un metro, lo repelió milagrosamente el poste para agrandar la inseguridad del campeón que sigue acumulando dudas.

Fue un aviso. Uno de los varios que asumió y aguantó el PSG, que requirió otra gran intervención de Donnarumma después para mantener el 0-0; entonces con más ocasiones y claridad del Clermont que del poderoso equipo parisino, aunque también dispuso de ellas, como el zurdazo al palo de Kylian Mbappé instantes después, o el remate de Ousmane Dembélé en el primer tiempo, al que respondió el portero Diaw.

Ni siquiera en el tramo final, con el 0-0 tan expresivo del encuentro del PSG, logró el gol. Sí lanzó una ofensiva real, total. Hizo méritos, pero no encontró una aparición individual para cambiar el enfrentamiento. Kylian Mbappé fue intermitente. Gonçalo Ramos, en el campo desde el minuto 64, tampoco fue una solución y Dembélé, más allá de alguna acción, se quedó en sólo algún intento de gol.

Entre esos ataques, Mbappé fingió un penalti -fue amonestado por el árbitro- y Diaw surgió increíble para detener la mejor ocasión y combinación del encuentro, culminada por Gonçalo Ramos ante el portero. Su mano derecha, desde el suelo, elevada por encima del cuerpo, negó la redención y la victoria del partido a Paris Saint Germain que volvió a decepcionar.